Los Salvajes y yo

Los Salvajes y yo

Nuestra salvaje historia

Gaby Alegret

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Género: Pop-Rock español

9788493546533

272 páginas

17,5 cm. x 24,8 cm., encuadernado en rústica con solapas

Stock: 7

20,00 € impuestos inc.

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En el club La Choza de Barcelona, 1967Los Salvajes y yo cuenta por primera vez la historia de Los Salvajes, el quinteto que entre 1965 y 1968 se convirtió en el grupo rival por excelencia de Los Brincos. Si éstos fueron nuestros Beatles, los Salvajes fueron nuestros Who y nuestros Rolling Stones, todo a la vez.

El Cortijo de Malgrat, 1964Aventajados discípulos de la nueva música británica que oyeron en Alemania durante parte de 1964 y 1965, los catalanes se las arreglaron para conseguir un sonido tan innovador y avanzado que fueron muchos los que creyeron que grababan en Londres. Cercanos en estética y actitud al movimiento mod, los Salvajes conquistaron a buena parte de la juventud española de mediados de los 60, fueron famosos en países tan distantes como Francia y Venezuela, vendieron decenas de miles de copias de cada EP que grabaron e incluso consiguieron un flamante Disco de Oro en 1967. Y todo sin variar un ápice su propuesta original, basada siempre en la vertiente más agresiva y radical de la nueva ola inglesa.

Sala Price de Barcelona, 1965Gaby Alegret Ramallo, fundador y cantante de Los Salvajes, no se deja nada en el tintero y revisa con minuciosidad y un toque de humor  todo lo relacionado con su grupo, uno de los mejores conjuntos del pop español de los 60, aportando, además, una gran cantidad de fotos (la mayoría inéditas) que realzan y documentan esta cuidada edición.

Profusamente ilustrado

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Puntuación 
15/09/2011

Los Salvajes y yo es la historia de uno de los mejores grupos que ha parido este país durante la época de Franco. No voy a hablar de ellos porque ya se ha escrito bastante, sobre todo en la red. Este libro es una oportunidad que no debemos desperdiciar. A lo largo de sus páginas comprendemos la cultura musical española de los sesenta, completamente subyugada a las melodías de The Shadows y The Beatles. Gracias a la gira alemana Los Salvajes escucharon música que jamás habían podido imaginar, y que en Europa estaba al orden día. A través de la emisora clandestina Radio Carolina se dejaron llevar por The Rolling Stones, The Kinks, y The Who, a quienes adoraban. Resulta mucho más curioso que una vez de vuelta la discográfica, con la que sólo grabaron EP's, les impusiera el estilo rolling, mientras que ellos preferían un estilo who. Este es el hecho por el que generaciones de mods hispánicos sientan a Los Salvajes como el primer grupo mod, parido en la península. Es una lástima sus LP's sólo sean recopilaciones. Pero al menos ahí quedan un buen puñado de canciones como Es La Edad y Soy Así... por decir algunas.

    Puntuación 
    07/03/2008

    Por mi edad, podría ser hijo de cualquiera de los miembros de los Salvajes; pero su música ha resultado ser imperecedera y creo seguirá vigente durante muchos años; los descubrí leyendo libros especializados, y no puedo dejar de emocionarme cada vez que la escucho; y qué mejor regalo para un aficionado que una biografía del grupo escrita por el propio cantante y lider del grupo; leyendo el libro se llega a la conclusión de que los Salvajes fue uno de los grupos más avanzados a su época, absorbiendo las tendenncias musicales imperantes de los años 60, en especial de Inglaterra, en un país como España, que se encontraba bastante estancado en ese aspecto. El libro es muy ameno y se lee de un tirón, y está repleto de anécdotas memorables y divertidas, y aunque el autor se eche flores a si mismo y su grupo por ser los primeros en España en varios aspectos innovadores, no les sobran, ya que son ciertas, y se llega a la conclusión de que esta formación, con todas las dificultades que encontraron en su camino -en especial en su etapa en Alemania- sacaron adelante una de las formaciones que más merece ser recordada y redescubierta. ¡Larga vida a Los Salvajes!

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      22/05/2007

      CUANDO ÉRAMOS SALVAJES

      Ni en vivo ni en televisión. Creo que nunca llegué a ver en acción a "Los Salvajes". Hablo del grupo original, que se rompió en 1969. En mi mente de crío, quedaron como gigantes hirsutos, alienígenas del Planeta Pop. Sabía que venían del Poble Sec barcelonés y eso acentuaba su otredad: ¿de verdad que semejantes bárbaros compartían origen con Joan Manuel Serrat? Pero Los Salvajes habían pasado épicas temporadas en Alemania -¡como los Beatles!- y allí, suponíamos, adquirieron su sonido duro, sus ropas psicodélicas, sus instrumentos de primera, quizá hasta su sitar hindú.

      Los Salvajes traducían con ferocidad los hits de los Stones, el Spencer Davis Group o los Troggs. Pero también firmaban piezas humorísticas -Soy así, Es la edad, Mi bigote- en defensa del derecho al inconformismo indumentario y la expresión decibélica. Alegatos escondidos en vinilos de cuatro cortes, que apenas se radiaban; más que llamadas a la insurrección, eran barricadas contra la presión del franquismo ambiental.

      Calculábamos que detrás estaba gente rebelde, consciente del hecho diferencial de la juventud. Bien, no era tan sencillo. Busquen Los Salvajes y yo: nuestra salvaje historia, el libro de Gaby Alegret que publica Lenoir Ediciones. En cuanto a memorias musicales de los sesenta, ninguna tan minuciosa: el cantante reconstruye el día a día de un conjunto, desde las formas de adquirir equipo a las peleas con el Sindicato Vertical y los altivos músicos con carné.

      Los Salvajes y yo confirma que hubo mucho sexo pero tritura otros mitos que habíamos construido sobre el esqueleto de sus grabaciones (reunidas en Sus singles y EPs en La Voz de su Amo, 1965-1969, doble compacto de Rama Lama). Aquellos "conjunteros" carecían de conciencia política: aficionados al tiro, se afiliaron a Falange para poder practicar su deporte.

      Su sentido del compañerismo también dejaba que desear: cuando un "salvaje" iba a la mili, era reemplazado y no se le guardaba el puesto. Oyeron el rumor de que un poderoso representante -Lasso de la Vega- libraba a los artistas del servicio militar, gracias a su relación con el cardiólogo Martínez-Bordiú, pero no se les ocurrió probar esa vía.

      Su indefensión respecto a la discográfica era total. EMI les veía como versioneros y sólo admitía un tema original por cada tres canciones ajenas. La idea de desarrollar un repertorio propio era anatema para la compañía y ellos tampoco pelearon mucho. Cuando el oído del público se habituó a los éxitos en inglés, desapareció su hueco en el mercado. Un giro hacia el soul, incorporando metales, no evitó la decadencia. Contra toda lógica, les pusieron a cantar baladas de los Bee Gees.

      Tan tibia voluntad creativa se sumaba a su ingenuidad en el negocio: bajo cuerda, pagaban el 10% de sus actuaciones a un empleado de EMI que les garantizaba acceso a los medios (¡!). Aquel caradura les convenció para que no saltaran a Sonoplay, sello madrileño que ofrecía condiciones económicas más generosas y un plan de relanzar su carrera. Error fatal: un año después, Los Salvajes dejaron de existir.

      Hubo prórroga, ya se sabe. En 1979, se reunieron y, más o menos, siguen en activo. Son idolatrados por los mods y otros fanáticos de sonido sixties; su imagen ilustra recopilaciones internacionales. Al final de Los Salvajes y yo, Gaby se plantea jubilarse. Sin mucha convicción.Los alegatos del grupo de Poble Sec eran barricadas contra la presión del franquismo.

      (Publicado en las páginas de Cultura de "El País", 21 Mayo 2007)

        Puntuación 
        17/05/2007

        Me congratulo especialmente de esta edición. Recientemente en Canarias se homenajeó a Los Salvajes de Tenerife en una fiesta en La Laguna y dentro del proyecto FIESTA SALVAJE, se tenía programado invitar a LOS SALVAJES de Barcelona para que participaran junto a los homólogos y al GRUPO SALVAJE, heredero de aquella tradición y que con el tiempo se proyectó en el actual GATO GÓTICO, dentro del programa EL BARRIO GLOBAL. Ojalá que algún día podamos hacerlo realidad y disfrutar todos juntos los fabulosos sonidos y la atmósfera mágica de ayer, hoy. Felicidades SALVAJES

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