Dame más gasolina

Todos sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de «música de gasolinera». Podríamos definirlo como toda aquella música consumida por la clase popular que triunfa a pesar de no estar aceptada por la crítica ni apoyada por los medios de comunicación. Es música denostada por el gremio musical asociada a lo marginal, al mal gusto, a lo chabacano, a lo kitsch, a lo barriobajero y a la falta de criterio y clase. Uno de los grupos nacionales que mejor ejemplifica este concepto es Camela, ya que a pesar de ser la segunda banda que más discos ha vendido en España, apenas ha contado con el apoyo de la industria. Sin embargo, otros artistas que han obtenido mucho menos alcance si se han visto respaldados por la misma.

La gasolinera como punto de venta musical cobra sentido a principios de la década de los 70 gracias a la llegada del casete a España. Las estaciones de servicio lucían (y algunas lo siguen haciendo a día de hoy) expositores llenos de música melódica, copla, flamenco y rumba; estilos a los que, con el paso del tiempo, se les fueron sumando otros nuevos. Aquí se hace un repaso sobre los diferentes artistas y estilos, y su evolución en estética, sonido y formatos. Todo ello narrado visualmente a través de la mirada y el estilo de los collages digitales de Oro Jondo. Además, los diseños llevan incorporados códigos QR vinculados a listas de reproducción de temas destacados, actuaciones, entrevistas o momentos icónicos de los artistas.

Profusamente ilustrado