WISH YOU WERE HERE (Pink Floyd, 1975)

El último disco de Pink Floyd donde realmente hubo un espíritu grupal, antes de que Waters pasase de líder a dictador (aunque los otros tres con su vagancia se lo pusieron en bandeja). 

La larga suite ‘Shine on You Crazy Diamond’ (dedicada a su viejo colega Syd, quien apareció un día en las sesiones de grabación y no lo reconocieron…) se abre con esa fascinante introducción con los sutiles teclados de Wright mezclados con cuatro notas de guitarra que te transportan como pocos temas instrumentales de la historia del rock: aquí menos es claramente más. Y cuando entra la melodía vocal (de las mejores cantadas por Waters), con los coros de Gilmour y Wright, todo se eleva a otro nivel. Tras el clímax, la resolución, con el gran saxo de Dick Parry. ‘Welcome to the Machine’ es una asfixiante y robótica pieza que anunciaba lo que iba a ser Animals. La segunda mitad del disco se abre con ‘Have a Cigar’ (cantada por Roy Harper), un blues-rock esquizofrénico realmente original. Por su parte, el tema que da título al disco es una de las mejores colaboraciones entre Waters y Gilmour, y un himno que trasciende estilos y modas musicales. Y al final, la continuación de la suite ‘Shine…’, con la última y elegíaca parte a cargo de Wright, una de sus mejores aportaciones a Pink Floyd. [Jordi Planas, Ruta 66]

Comentarios

Deja tu comentario