Siguen entregando composiciones y singles perfectos con el sello de la casa («Hello, I Lave You», «The Unknown Soldier»), el blues-rock brilla como el sol en la espectacular «Five to One», la psicodelia sigue desbordando en la salvaje «Not to Touch the Earth» y la sensibilidad pop aflora en «Love Street». Pero parece que ellos mismos son conscientes de que su fórmula se puede estancar y abren nue vas posibilidades hasta ahora inéditas en su música; arrebatos clásicos en «Spanish Caravan», cierto tribalismo chamán en «My Wild Love» y apuntes crooner en «Wintenime Love», que aflorarán mucho más explícitamente en el siguiente The Soft Parade. Y es que a partir de aquí la banda que el público ha conocido ya no será la misma, pero seguirá siendo igual de excitante. (Xavier Martínez, Ruta 66)
WAITING FOR THE SUN (The Doors, 1968)
Tercer disco en menos de dos años y vuelven a dar en el centro de la diana. Quizás no tenga el abrumador nivel de sus dos primeras entregas, pero la mayoría de bandas ya querrían tener un álbum como este para hacer de él su obra maestra.
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