THICK AS A BRICK (Jethro Tull, 1972)

Por si había alguna duda sobre quién mandaba en el grupo, este es el disco en el que Ian Anderson toma el mando absoluto de Jethro Tull. Tenía 24 años, había compuesto Aqualung (1971), un trabajo que todos los críticos anunciaron como “conceptual” y que él se hartó de decir que no lo era. 

Hay que decir primero que Anderson era un fanático del grupo de humor inglés Monty Python y su forma de diseccionar críticamente a la sociedad británica. Fue su ejemplo para Thick as a Brick. Decidió que este sí sería conceptual, pero parodiando este tipo de álbumes. Y la broma se convirtió en una obra fundamental del rock progresivo. Solo una canción, dividida en dos partes para encajarla en las caras del vinilo, que cuenta la historia de un chico de ocho años que gana un concurso de poesía, pero al que luego le arrebatan el premio porque deja embarazada a una chica de 12 años. Una crítica a la sociedad de su país, a la Iglesia, a la hipocresía británica… Un mensaje encumbrado con una elevada música que combina rock duro, jazz o música clásica. Todavía hoy resulta fascinante. [Carlos Marcos, El País]

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