Como escrito con la técnica que ya habían iniciado en Atom Heart Mother y habían desarrollado en Echoes, es una improvisación muy bien estudiada con nueve partes clarísimas, excelsas, eternas y ese riff de guitarra de Gilmour, que te choca en la cabeza como un carillón. Dave Gilmour hace unos solos maravillosos. Las armonías de Wright son bellísimas. Es Pink Floyd en estado puro. (Julián Ruiz, Plásticos y decibelios)
SHINE ON YOUR CRAZY DIAMOND (Whis You Were Here, Pink Floyd, 1975)
No hay ningún tema en la carrera de Pink Floyd que exprese el estilo, la calidad, el formalismo, la arrogancia y el sonido como este soberbio tema que abre el álbum dedicado a Barret.
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