Y volvieron por sus fueros más blues y rock, y así de entrada nos endosan el himno beodo definitivo en clave de una de la mejores canciones blues-rock jamás grabadas: «Roadhouse Blues». Y siguen roqueando bastante duro en «You Make Me Real» o «Peace Frog». También sorprenden por el purismo blues de «The Spy». Los cromáticos sesenta han finalizado y quizás sólo como recuerdo de épocas pasadas quedan «Waiting for the Sun» (descarte del homónimo disco) e «lndian Summer». Morrison Hotel es un soberbio ejercicio de reafirmación como banda, y también apunta hacia el triste final, con un Morrison cantando estu pendamente pero con un poso alcohólico y decadente en su voz que, todo sea dicho, le sienta estupendamente. (Xavier Martínez, Ruta 66)
MORRISON HOTEL (The Doors, 1970)
Aunque The Soft Parade funcionó bastante bien a nivel comercial, el varapalo que supuso a nivel de crítica hizo que la banda se replanteara muchas cosas: Y decidieron que lo mejor era volver al punto de partida, es decir, a sus orígenes. Pero también es cierto que ya estaban en 1970, y la psicodelia ya se vislumbraba como algo muy lejano en el tiempo.
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