Inspirado en un encuentro de Neil con una chica en un bar -en un periodo de frecuentes salidas nocturnas- y aunque el asunto no prosperó, sí sirvió para que Young vertiera su pasión del momento en dar forma al tema esa misma noche en su rancho, tocándolo obsesivamente hasta el amanecer. Desde entonces es referente en sus giras, con sus largos y penetrantes solos marcas de la casa y sus pegadizos coros. La letra dice que la chica es como un huracán, pero que hay calma en su mirada. Más o menos como la canción, huracanada en su intensidad, pero reflexiva en su ritmo. (Xavier Llop, Ruta 66)
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