HARVEST (Neil Young, 1972)

Este es uno de esos discos milagrosos, surgidos casi de la improvisación o de la casualidad. Neil Young venía de un año y medio tumultuoso en el que había grabado varios discos a su nombre y con sus compañeros Crosby, Stills y Nash, además de vivir casi en una gira continua.

Se había divorciado, había empezado a instalarse en su nuevo hogar y empezaba una nueva relación. Cuentan las crónicas que el disco se empezó a fraguar de forma casi espontánea, escogiendo a los músicos por la tarde y tocando esa misma noche, aprovechando la presencia de amigos -Linda Ronstadt, James Taylor, los propios Crosby, Stills y Nash­ para hacer coros o tocar algo, grabando en el propio rancho de Young y, en general, llevando a cabo todo el proceso en un ambiente mucho más distendido del que venía siendo habitual. Lo que podría haber sido un divertimento o un paréntesis en una carrera que se antojaba ya brillante, acabó siendo un enorme éxito que pilló desprevenido al propio Young. Claro que por ahí andaba también Jack Nitzsche, que algo sabía de sacarle brillo a unas canciones ya de por sí espléndidas. Canciones como ‘Heart of Gold’, ‘Old Man’, la polémica ‘Alabama’ o la maravillosa ‘Harvest’, pero también la emocionante ‘The Needle and the Damage Done’ o una ‘Out on the Weekend’ que, con su cálida y serena melancolía, marca el camino a seguir para un disco que es una obra maestra del country-rock-folk. Harvest es un goce para al menos tres sentidos: sabe a hierba, huele a granja y suena a gloria.  (Fidel Oltra, ‘Hace 50 años’ Ruta 66)

Comentarios

Deja tu comentario