CHET BAKER

Paradigma del cool jazz de los 50 en su vertiente Costa Oeste USA, el sonido de la trompeta del jazzman blanco más famoso de la historia era melancólico, intimista y bello. Lo que permite afirmar que su música nunca podría haber sido la banda sonora de su vida.

Como cuenta James Gavin en su puñetazo a las retinas Deep In A Dream,Bakerfue un yonki fulero y manipulador de encanto hipnótico en cuya existencia -de mano de la hipodérmica- no faltaron extradiciones, encarcelamientos y hasta una paliza donde le machacaron la boca obligándole a aprender de nuevo a tocar. Encontrando tiempo entre tanto sindios para registrar unas cuantas perlas imperecederas en Pacific Jazz, RCA o Riverside que acusan recibo de su inmenso talento para emocionar: Jazz at Ann Arbor, Chet Baker Sings, Chet Baker & Crew, Chet Baker in New York, Chet Is Back!... El ángel caído del jazz se fue de este mundo tras caer -o ser lanzado- por la ventana de un hotel de Ámsterdam en 1988. Tenía cincuenta y ocho años. En su suerte de autobiografía, As Thought I Had Wings, nos encontramos con un personaje que vive totalmente ajeno a aquello que no sea él, su arte y un mundo interior desolador. (Extraído de MODS. Guía para una vida elegante, Dani Llabrés, Lenoir Ediciones)

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