BRIAN AUGER

Herbie Hancock dijo de él que era uno de los mejores artistas del Hammond B-3 que había escuchado en su vida. El joven dependiente de una tienda de discos en Londres que, en 1962, escuchó el ‘Back at the Chicken Shack’ de Jimmy Smith y supo de inmediato lo que quería hacer el resto de su vida.

Al poco de debutar en larga duración -respaldando a Sonny Boy Williamson II en el imprescindible Don't Send Me No Flowers-, se embarcó en el fallido súper grupo mod Steampacket para luego montar los Brian Auger and the Trinity con la Reina de los Mods Julie ‘Jools’ Driscoll -indiscriminado título que los medios han atribuido asimismo a Cathy McGowan, Dusty Springfield, Twiggyo la neozelandesa Dinah Lee-. Los 70 fueron su época al frente de Oblivion Express, grupo al que denominó así (olvido expreso) en la errónea creencia de que no duraría demasiado; los 80 aquella donde le coronaron como uno de los padrinos del acid jazz y los 90 la de su unión con el Animals Eric Burdon y su posterior revitalización -y hasta la fecha- de los Oblivion Express, junto a dos de sus hijos. Brian Auger: toda una vida mezclando jazz moderno con todo lo que ha encontrado a mano, sin olvidarse nunca de la dignidad y el groove. (Extraído de MODS. Guía para una vida elegante, Dani Llabrés, Lenoir Ediciones)

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