BLUE (Joni Mitchell, 1971)

Así explicó Joni Mitchell cómo se sentía durante la grabación de Blue: “Mientras estaba en el estudio me sentía tan vulnerable que si alguien me miraba a los ojos me ponía a llorar. 

Curiosamente mi peor momento emocional coincidió con mi mejor momento de popularidad. Me estaban poniendo en un pedestal, y yo me derrumbaba”. Poco más hay que añadir. Si consideramos los discos de rupturas sentimentales un género, Blue estaría colocado en el Top 5. Joni Mitchell captura el dolor del final de una relación (con Graham Nash) y la ilusión por el arranque de otra (con James Taylor). Toda esa mezcla de sentimientos se plasma en unas letras muy llenas. La interpretación es el otro punto fuerte del álbum. Con una instrumentación austera (piano y guitarra acústica), las inflexiones de voz de Mitchell llevan a los oyentes por un trayecto lleno de sobresaltos. (Carlos Marcos, El País)

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