BLOOD ON THE TRACKS (Bob Dylan, 1975)

Dylan en horas bajas, anímicamente hablando. El divorcio de su cónyuge Sarah le afectó mucho más de lo esperado y grabó esta obra maestra para hurgar sin miramientos en la herida.

Un inmaculado compendio en que todo gira alrededor de la pena, la ansiedad y la soledad. El espejo a mirarse para cualquier cantautor que quiera hacer un disco introspectivo, y así lo entendió el príncipe de la Motown Marvin Gaye que puso también banda sonora al divorcio de su primera mujer Anna Gordy con Here, My Dear (otra gran obra sobre separaciones conyugales pero a ritmo de soul sinuoso). [Extraído de Discos Conceptuales, de Xavi Martínez y Alberto Díaz, Lenoir Ediciones]

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