ATOM MOTHER HEART (Pink Floyd, 1970)

"Hagamos una portada que no tenga ningún sentido", sugirió Thorgerson en cuanto Hipgnosis recibió el encargo de poner carátula al quinto disco de estudio de la banda londinense, y así nació su idea de fotografiar una vaca.

La que finalmente aparece al frente del disco "es la primera vaca que vi; se llamaba Lulubelle III", recuerda Powell. "Saltamos una cerca, tomamos la foto y volvimos a casa. Suele decirse que trabajar con niños y animales es lo más difícil del mundo, pero esa vaca se quedó allí parada y nos miró, como posando para la cámara". Cuando enseñaron la portada al responsable de la compañía discográfica, montó en cólera y, al parecer, exclamó: "¿Es que os habéis vuelto jodidamente locos?". En la portada de Atom Heart Mother no aparecen ni el nombre del grupo ni el título del disco. Y esa falta de información contribuyó enormemente a las ventas del álbum. "Todos querían saber qué se ocultaba detrás de aquella imagen", comenta David Gilmour, vocalista y guitarrista de Pink Floyd. Hipgnosis habían logrado dotar la imagen de un bóvido indolente de la misteriosa profundidad propia de las grandes obras de Magritte. (Nando Salvà, `Cómo se crearon las portadas más icónicas del rock de los 70’, El Periódico)

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