A SAUCERFUL OF SECRETS (Pink Floyd, 1968)

Disco claramente infravalorado, después del debut tan impactante que supuso Piper… un año antes. Sin poder contar al 100% con un tristemente lunático Barrett (aquí toca en tres de los siete temas), el grupo contrató a Gilmour, pero entonces era poco más que un músico de sesión.

Sin embargo, Waters y Wright se pusieron las pilas y aportaron un material muy bueno. Todavía hay rastros psicodélicos, como en la inicial y trepidante ‘Let there Be More Light’ y la hipnótica ‘Set the Controls for the Heart of the Sun’, ambas de Waters. También compuso él la divertida y antimilitarista ‘Corporal Clegg’ (tema que desarrollaría después en The Wall y The Final Cut, aunque sin un ápice de humor). Las dos coloristas composiciones de Wright siguen brillando con luz propia: ‘Remember a Day’ y ‘See-Saw’. Con la larga pieza titular se fueron por terrenos vanguardistas (que el propio Gilmour no entendía), sentando las bases de la música cósmica que iban a hacer Tangerine Dream y otros en los primeros 70. El disco se cierra con ‘Jugband Blues’, firmada, cantada y tocada por Barrett, su última (y valiosa) aportación al grupo. [Jordi Planas, Ruta 66]

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