Serrat

Desafiante, tierno, crítico, sentimental, irónico, sensual, romántico… y libre. El paso del tiempo ha ido transformando esa voz que pregonaba su juventud y anunciaba la llegada de una nueva canción en la España de los años sesenta. Como músico, letrista e intérprete forma parte de ese club de élite de los clásicos vivos de la canción europea y latinoamericana. Como creador ha ayudado a modificar la sensibilidad de la sociedad. «Si miro atrás a lo mejor me pierdo lo que tengo delante. Solo lo hago cuando necesito tomar referencias, cuando tengo que saber dónde estoy».

El día en que sienta que recibe más de lo que puede entregar, ese día, por honestidad, probablemente decidirá bajarse del escenario. Pero hasta entonces, en algún rincón del mundo, a la orilla del Río de la Plata, junto a la playa de la Barceloneta, en la Gran Vía madrileña o en alguna de las calles de la Habana Vieja, seguiremos escuchando una voz que nos recuerde: «Me llamo Joan Manuel Serrat, escribo canciones y canto».

Profusamente ilustrado