Serapio Guitart

Serapio Guitart

Un yeyé en el franquismo

Antonio Perales

Más detalles

Género: Pop-Rock español

9788483656419

480 páginas

15 x 23 cm., encuadernado en rústica con solapas

Stock: 1

10,00 € impuestos inc.

-8,00 €

18,00 € impuestos inc.

Una delirante novela protagonizada por Serapio Guitart, un superviviente y un aventurero que se mueve en un Madrid envuelto en las tinieblas del franquismo. Un imaginario que parece salido de la pluma de Bruguera en un cruce con The Kinks. Serapio es singular; con un padre amante de Rafael Farina, un hermano pequeño cuya afición es limpiar boquerones, un amigo vasco pero con cara de moro, un tío que lo obliga a ir a misa y a cumplir con sus deberes de cristiano y una chica que le quiere hacer cambiar The Beatles por The Who, no le quedará más remedio que lidiar con todo ello y refugiarse en aquella España que dejaba los conflictos a un lado para tomarse una copa y que renegó del No-Do para escuchar a Los Brincos: la España yeyé.

«Me creo las narraciones de Antonio Perales. Son un disparate pero transmiten verdades esenciales (…) El acierto del autor reside en su retrato del paisaje mental de aquella época, con sus fantasías, sus miserias, sus auto justificaciones» (Diego A. Manrique, El País)

Puntuación 
05/05/2014

Difícil ponerme a la altura de los grandes críticos, que a modo de prólogo de esta novela ensalzan las virtudes de Antonio Perales y del dibujo hilarante de Serapio Guitart, un personaje como muchos, pero que tuvo la suerte de vivir la transición de una España en blanco y negro a una de tímidos colores que en su mayoría venían del extranjero. Y aunque muchos fueron, sobre todos los más afincados en el antiguo régimen, los que dijeron que no durarían y que no llegarían a tener un gran color, el relato demuestra que algo estaba cambiando en nuestro país y que atrás iban a ir quedando las coplas y otros estilos musicales: habían llegado para quedarse el Pop, el Rock y otras expresiones artísticas que los yeyés iban imponiendo.

Serapio tiene estilo. Lo que ahora denominamos como "look", tomó forma en aquellos años imitando la manera de vestir que muchos veían en las escasas portadas de los discos o revistas que llegaban en muchas ocasiones desde más allá de nuestras fronteras, siendo Francia, Inglaterra y algo menos los Estados Unidos, las fuentes con las que acudir a una peluquería para cambiar radicalmente de aspecto o a una sastrería para confeccionar de encargo aquellas ropas tan diferentes a las establecidas.

"El mundo de este yeyé primitivo es una mezcla inaudita entre el ambiente de una ciudad aún galdosiana, de la vecindad del tebeo 13, Rue del Percebe, de los requiebros verbales de un sainete de Arniches y del lenguaje zarzuelero y la melodía de una canción de The Beatles...".

No puedo estar más de acuerdo con esta frase de Elvira Lindo al inicio de la novela; los diferentes personajes transmiten esas diferencias culturales y costumbristas, mostrando un cambio generacional en el que se empezaba a romper la continuidad de padres a hijos, en todos los ámbitos.

También Diego A. Manrique acierta al decir:
"... me creo las narraciones de Antonio Perales, Son un disparate, pero transmiten verdades esenciales". Para mí, que viví aquellos años a la sombra de mis hermanos y de un montón de discos de vinilo que ahora conservo, ha sido un paseo al pasado donde me he reencontrado con imágenes que tenía almacenadas en mi memoria. Un rescate que me ha regalado una sonrisa, y es que Serapio me ha devuelto el barrio madrileño de Chamberí, las máquinas de discos, los clubes (ahora disco pub), la Vespa, la marca de tabaco Rumbo (que fumaba mi padre), los billares...

Un libro lleno de música con la que cualquier lector podrá pasear por una época, para muchos desconocida, pero que si algo ha transmitido siempre han sido dos cosas: felicidad y romanticismo. Un tiempo, en el que las actuaciones en directo eran constantes y se desarrollaban en espacios más bien pequeños, donde el contacto con tu ídolo estaba asegurado, tanto física como verbalmente. Nombres como The Beatles, The Who, The Kinks, The Animals, Johnny Hallyday y Sylvie Vartan, se mezclan con nuestro producto nacional: Los Bravos, Los Brincos, Micky y Los Tonys, Los Salvajes, Los Flecos (del que el autor toma el apellido de su bajista para Serapio), y muchos más.

En definitiva, una novela bien escrita. De nada abusa, y su finalidad no es otra que enriquecer la cultura histórica de quien lo lea, sacar una sonrisa relajante y disfrutar con la filosofía de vida de Serapio, asombrarnos por las rarezas de su amigo Gorostiza y de cuantos extravagantes personajes le acompañan en este loco despertar que le lleva sin remedio a buscar su sitio.

Del mismo modo que los críticos a los que hacía referencia al principio, yo también te digo:
gracias Serapio.

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