THE DOORS (The Doors, 1967)

Entre 1966 y 1967 hubo muchos momentos considerados como el km. 0 de una nueva forma de entender el rock que, sin desterrar del todo el hedonismo inocente del pop de los primeros años de la década, introducía en la música los miedos e incertidumbres de su primera mitad.

Se trataba de evadirse, sí, pero hacia terrenos más peligrosos y desconocidos. Uno de esos momentos fundacionales tuvo lugar en enero de 1967 cuando, al mismo tiempo que en San Francisco se plantaban las semillas del Verano del Amor con el Human Be-In, en L.A. se publicaba un álbum con una visión de la psicodelia totalmente distinta, lúgubre y gélida: los Doors se disponían a derribar a patadas las puertas de la percepción de Huxley para enfrentarse a los monstruos del otro lado. Fogueadas en directo tras haber sido invitados a dejar Columbia, sus canciones evocaban la parte animal del ser humano, superando una sexualidad insana alejada del flower-power. Morrison poseía el magnetismo sexual y animal, sin duda, pero no olvidemos la aportación de Krieger, los hallazgos al teclado de Manzarek y el pulso de jazz de Densmore. Junto a dos versiones definitorias de la visión musical del grupo, poesía y teatralidad (‘Alabama Song’) junto a blues y sexo (‘Back Door Man’), aquí encontramos algunos de sus temas más conocidos: ‘Break On Through’, ‘Light My Fire’ y su éxito más improbable: la larga y tenebrosa ‘The End’. Desde la dictadura de lo light del siglo XXI, cuesta creer que este debut no solo se publicara, sino que además vendiera millones de discos. Un milagro. (Fidel Oltra, Ruta 66)

Comentarios

Deja tu comentario